Este fin de semana tuvimos la oportunidad de disfrutar de Recreo 2024, un festival donde el libro es mucho más que un simple contenedor de palabras; es un objeto cuidadosamente diseñado.
Lo que más me gusta de Recreo es el equilibrio que logra entre contenido y diseño editorial. A diferencia de otros festivales, donde la visualidad puede predominar y en ocasiones eclipsar el valor literario de las obras; aquí el enfoque es claro: el diseño editorial no compite con el contenido, sino que lo acompaña y potencia. En Recreo Valencia Art Book Fair (su nombre oficial), cada libro es una obra integral. La estética se pone al servicio del texto, creando una experiencia completa y armoniosa.
Este festival es un espacio donde la atención a la visualidad del libro es impecable, pero sin dejar de lado la profundidad literaria. La calidad de las ediciones, desde la encuadernación hasta los acabados más detallados, transforma cada obra en una pieza única. No solo atrae por su forma, sino también por lo que tiene que decir. Aquí, el libro es apreciado tanto por su valor literario como por su impacto visual. Esto lo convierte en una experiencia enriquecedora para los amantes de la lectura y el diseño editorial.
En el diseño editorial, y específicamente en el diseño de un libro, la materialización del mismo es esencial. No solo por tradición, comodidad o costumbre. El objeto físico funciona también para captar la atención del lector. Aunque no debemos juzgar un libro por su portada, es inevitable que esto pase. A fin de cuentas, el 80% de las cosas nos entran por los ojos. Sin embargo, no solo la portada es importante: la calidad de la edición, el tipo de encuadernación y los acabados también influyen en nuestra percepción de un libro.
La estructura y los acabados no solo lo embellecen. También hacen que la experiencia de tenerlo en las manos sea especial. Aunque el contenido sea el mismo, un buen acabado cambia la forma en que lo apreciamos. Su apariencia es una forma de conectar al lector con el libro.
¿Cuáles son los elementos a tener en cuenta en el diseño del libro?
Luego del contenido, es necesario saber como llevarlo al mundo objetual (si esta es la intención). Básicamente, existen elementos que, entendiéndolos, nos ayudarán en la producción. Esto incluyen la encuadernación, el tipo de tapa, el formato y los acabados. Estos últimos no solo mejoran la estética del libro, sino que también añaden valor.
Es importante decir que existen otros tipos de factores que no son tan evidentes, pero sí de mucha importancia. El interlineado, el interletrado, el tamaño de la tipografía que permite que la lectura sea fluída o no. Los espacios en blanco que permiten hacer una pausa. Y como estos, podríamos mencionar muchísimos más, pero en esta ocasión hablaremos sobre los que mayor relación guardan con la imprenta.
Hemos visto diversas maneras de manejar estos recursos en festivales y ferias del libro. Cada evento aporta su propio enfoque creativo. Un ejemplo que destaca particularmente es Recreo, en Valencia. Este festival no solo cuida el contenido literario; sino que también presta especial atención a la visualidad del libro, logrando una experiencia completa. Se convierte en un espacio donde la estética del diseño editorial juega un papel fundamental para atraer a los lectores. El libro no solo se aprecia por su valor literario, sino también por su valor visual y artístico.
Imagen de FORMATA tomada en Recreo 2024
Encuadernación
La encuadernación es un aspecto tanto técnico como creativo. Consiste en unir las hojas de un libro para formar un volumen completo, dándole estructura y durabilidad. Este proceso puede involucrar diversas técnicas y materiales, y su elección influye tanto en la estética como en la funcionalidad del libro.
Un ejemplo es la encuadernación copta. Se caracteriza por su costura expuesta, realizada con puntadas de cadeneta múltiples que unen las secciones de páginas directamente a las cubiertas. Permite que el libro se abra completamente en plano, lo que facilita la lectura y la manipulación del texto.
La copta deja el lomo al descubierto, lo que crea un aspecto rústico y artesanal muy valorado en la actualidad. Además, este tipo de encuadernación se presta a la incorporación de diversos materiales en las cubiertas, como cuero, cartón o papeles creativos.
Tapa dura o tapa blanda
Si bien tiendo a priorizar la funcionalidad sobre la estética, la rigidez de la cubierta tiene un impacto significativo en la percepción del lector. Un libro de tapa dura transmite una sensación de lujo y, más importante aún, ofrece una mayor durabilidad. Sin embargo, una tapa blanda cuidadosamente diseñada, utilizando papeles especiales como verjurados o perlados, puede igualmente destacar por su elegancia. Además, la tapa blanda es más ligera y fácil de manejar, lo que la hace ideal para la lectura cotidiana, sin sacrificar calidad si se eligen los acabados apropiados. Ambas opciones pueden comunicar un alto valor, dependiendo de la visión creativa del proyecto.
Formato
¡Me encanta hablar sobre el formato! y me imagino que ya sabrás por qué. Sí, jugando con esta palabra surgió el nombre del proyecto que te estoy mostrando. Pero bueno, volviendo al tema…
El formato hace referencia al tamaño, y este aspecto influye significativamente en la experiencia del lector. Un libro de formato acogedor o de bolsillo es ideal para la lectura diaria, facilitando su transporte y comodidad en el manejo. En contraste, un libro de mayor tamaño, como los destinados a colecciones fotográficas o de pinturas, no solo destaca el contenido visual, sino que también ofrece una experiencia más envolvente y espectacular. Así, el formato no solo define las dimensiones físicas del libro, sino que también afecta la percepción y la funcionalidad del mismo.
Solapas
Las solapas de un libro no solo ofrecen espacio para información adicional, sino que también pueden convertirse en un elemento creativo que resalta mediante texturas. Al incorporar técnicas como el troquelado, las solapas pueden complementar la cubierta y crear una experiencia visual y táctil más atractiva. Pueden incluir detalles que capturan la atención del lector, como fragmentos de capítulos o citas.
Cantos del libro
Imprimir diseños en los cantos de un libro es un detalle que marca la diferencia en su presentación. Este acabado lo personaliza y puede reforzar el tema del contenido. Un diseño atractivo en los cantos no solo es un guiño en el producto final, sino que también enriquece la experiencia del lector, transformando un libro común en una pieza de colección memorable.
Las texturas son un tipo de acabado sensorial que no solo buscan mejorar la apariencia visual, sino también generar una experiencia táctil única para el lector. Pueden crearse mediante técnicas como el barniz UVI, que da brillo y/o relieve a ciertas áreas, el stamping, o el uso de papeles especiales que imitan materiales como la tela, el cuero. Combinados con otros acabados, como los troquelados, las texturas aportan volumen, profundidad y énfasis. Más adelante, profundizaré sobre ellos.
Con el avance tecnológico, surgen nuevos acabados o nuevas variantes de combinación. Cada uno de estos elementos aporta una dimensión única y realza el poder expresivo en el amplio panorama de la impresión y el diseño.
Los acabados son capaces de convertir hojas de papel ordinarias en obras que influyen en la percepción humana. A través de texturas se exaltan las características de un proyecto en sí. Intensifican tanto el atractivo estético como la narrativa comunicativa. ¿Mi recomendación? Puedes consultarme para saber cuál es el más adecuado para tu proyecto.
En un mundo donde la competencia es cada vez mayor y la diferenciación es esencial, la comunidad de diseñadores y profesionales de la impresión ha explorado constantemente nuevas formas de destacar. Los acabados de impresión digital se han erigido como un elemento fundamental en este proceso, añadiendo capas de sofisticación y carácter a cada proyecto.
Las tarjetas de visita, históricamente, han sido herramientas meramente informativas. Un pedazo de papel que contenía los datos básicos de contacto de una persona.
Sin embargo, en los últimos años hemos visto una evolución. Ahora se han transformado en algo más que simples vehículos de información. Hoy, una tarjeta de visita ya no es solo un medio para compartir tu número de teléfono o correo electrónico. Se ha convertido en un símbolo que comunica mucho más que tus datos.
La tendencia hacia las tarjetas premium, hechas con materiales exclusivos o acabados de lujo, plantea una pregunta interesante. ¿Se están utilizando estas tarjetas para reflejar el estatus de la persona o empresa detrás de ellas?
En épocas pasadas, los nobles decoraban sus palacios con columnas ornamentadas para subrayar su poder y prestigio. Las tarjetas de visita actuales parecen seguir la misma lógica. Están cargadas de un mensaje implícito: «esto es lo que soy y lo que represento».
Ya no se trata solo de la información que se presenta. Lo que importa es la impresión que se genera. Las tarjetas creativas, con diseños innovadores o interactividad, no solo buscan llamar la atención. También comunican un valor añadido, una personalidad distintiva o un nivel de profesionalismo.
Se han convertido en herramientas que no solo venden los servicios de una persona o empresa. También venden la imagen que desean proyectar.
En este contexto, es inevitable preguntarse: ¿Se refleja en las tarjetas de visita el mismo afán de ostentación que los antiguos ornamentos arquitectónicos? ¿Han perdido su función original, pasando de ser un producto informativo a convertirse en un reflejo de estatus personal o profesional?
Hoy quiero hablar sobre un elemento aparentemente sencillo. Aunque con una importancia significativa en el ámbito profesional: las tarjetas de visita. A pesar de su tamaño reducido, su diseño y producción implican una serie de consideraciones. Estas influyen directamente en su efectividad como carta de presentación para un profesional o una empresa. Es por ello que a continuación mencionaré algunos de los requisitos esenciales que deben tenerse en cuenta al crear este tipo de producto gráfico.
Tamaño
El tamaño es uno de los aspectos más importantes al diseñar tarjetas de visita. La dimensión estándar, típicamente 85mm x 55mm, es ideal. Permite que la tarjeta se ajuste perfectamente en carteras y monederos. Personalmente, desaconsejo optar por dimensiones mayores, aunque sí se puede considerar una reducción ligera para garantizar que las puntas no se deterioren al guardarlas.
Selección tipográfica
La selección tipográfica es sumamente importante en las tarjetas de visita. Con frecuencia se sugiere utilizar cuerpos de texto de al menos 8 puntos para una correcta legibilidad. Mi recomendación es hacer una prueba de impresión. Existen tipografías donde sus características no ofrecen buena legibilidad en estos puntajes tan pequeños. A esto se le suma que, si el fondo es negro, la tipografía tiende a contraerse perceptivamente.
Conversión de las fuentes a contorno
Por otro lado, recomiendo convertir las fuentes a contornos para evitar problemas de compatibilidad al enviar el archivo a imprenta. Si esto no se realiza puede que, en imprenta, se sustituya la fuente tipográfica por otra no controlada. Cuando se hace esta operación, es necesario tener en cuenta que la tipografía se hace un poco más gruesa.
No obstante, en proyectos más extensos, como libros, esta conversión no la recomiendo. Los ordenadores deben procesar mucha más información y pueden llegar a bloquearse.
Color y perfil de color
En cuanto al color, es fundamental trabajar en modo CMYK (cian, magenta, amarillo, negro). También debes ajustar el perfil de color a Fogra 39 desde el inicio del diseño, para asegurar una reproducción lo más similar posible en la impresión final.
Diseño general
Recomiendo no colocar texto e imágenes cerca del borde. Así evitas que se pierdan en el proceso de guillotinado de la tarjeta. Si puedes evitar el uso de marcos en el diseño mucho mejor, pues pueden quedar descentrados. Además, es fundamental añadir marcas por donde se desea guillotinar (marcas de corte) y dejar un margen de seguridad de al menos 3mm (sangrado) para evitar cortes no deseados.
Material
En cuanto al material, normalmente se recomienda un gramaje mínimo de 240 gr, aunque en lo personal, recomiendo un gramaje de 300 o 350. La selección del papel se puede complementar con diferentes tipos de acabados, como el glasofonado, que no solo protegen la tarjeta, sino que también le proporcionan un aspecto profesional.
El campo del diseño gráfico abarca una amplia gama de disciplinas y habilidades. La comunicación con la imprenta se convierte en la solución más acertada cuando se trata de un producto que tendrá un soporte impreso. No podemos abarcarlo todo, pero es esencial que los diseñadores tengamos un conocimiento general de los procesos de producción, y mucho mejor si tenemos un amigo que trabaje en una imprenta 😉
El negro en la preparación de los archivos para imprenta, es el tema que he traído hoy. Resulta un asunto de muchas nebulosas para nosotros los diseñadores. Por eso mencionaré los aspectos más importantes para que el resultado en imprenta sea lo que realmente queremos.
Impresión en cuatricomía
En primer lugar, es importante conocer el funcionamiento de la impresión en cuatricromía. Los archivos destinados a la imprenta se preparan en modo CMYK, que consiste en C (cian), M (magenta), Y (amarillo) y K (negro). La combinación de estos ofrece la posibilidad de generar una amplia variedad de colores, entre ellos el negro. Cada modo de color se representa mediante porcentajes individuales. Debemos tener en cuenta que estos colores se producen imprimiendo capas separadas una encima de otra. Por ejemplo, un rojo podría ser C:0% M:100% Y:100% K:0%.
Textos en negro
El trabajo para los textos o líneas finas en negro puede variar en relación a planos de mayores dimensiones. En el caso del texto en negro para impresión offset se debe utilizar solo el valor K:100%. Así se evita que al superponer las planchas de colores se desplace el texto y quede con poca nitidez. Si este es el objetivo, recomiendo que el desplazamiento sea intencionado desde el diseño, para que luego no se perciba como un error de impresión.
Planos o superficies en negro
Para planos de mayor tamaño este valor K debe complementarse con el C, M, Y en valor 30 o 40%. Esta combinación también se le conoce como negro enriquecido. Algunos impresores entienden que es suficiente solo con K:100% y C:30% para obtener un negro intenso (OJO: el resultado es un negro ligeramente “azulado”). También pueden existir fallos de registro en planos de mayores dimensiones, pero se prioriza la intensidad del negro ya que estos desplazamientos de los colores se echan a ver menos.
Impresión digital
La impresión digital es otra historia, pero tienen puntos en común. Los porcentajes para planos deben ser iguales que los de offset C:40% M:40% Y:40% K:100%, de esta manera se evita que el negro impreso quede gris o manchado. Sin embargo, no es notable un desplazamiento del texto en caso de que trabajes estos mismos valores para ellos. Si quieres saber más sobre la impresión digital te dejo este link.
Importante: Nunca descartes el valor K:100% para lograr el negro, y que la suma de los porcentajes que utilices no se acerque a 300.
A modo de resumen:
-Para textos o líneas finas, utiliza solo el valor K (negro) al 100%.
-En superficies más grandes, complementa el valor K:100% con C:40% M:40% Y:40%.
-Recuerda siempre hablar primero con la imprenta 😉
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